Si hago un máster, ¿tendré más oportunidades de conseguir trabajo? Siempre dicen que aumenta las probabilidades de encontrarlo pero…. ¿Es realmente así? ¿Me merece la pena invertir ese dinero en formación? ¿Estoy tomando la decisión correcta?
Si alguna vez te has hecho esas preguntas o has tenido esos pensamientos, no te preocupes, es algo que le ocurre a la mayoría de los estudiantes que, tras finalizar su carrera universitaria, se plantean si realizar un máster o no. Algo que es completamente normal, sobre todo en aquellos que han realizado una carrera relacionada con las ciencias de la salud.
Un máster no es solo una vía de especialización, de conseguir una formación más específica, sino también una forma de entrar en el mercado laboral con muchas más oportunidades de encontrar trabajo. O, al menos, así se indica en la Encuesta de inserción laboral de titulados universitarios que ha realizado el Instituto Nacional de Estadística.
Esta encuesta proporciona información sobre la situación laboral de los titulados en 1º y 2º ciclo y graduados universitarios y de los titulados en un Máster universitario, algo que se investiga por primera vez, en el curso académico 2013/2014, así como los diversos aspectos de su proceso de inserción laboral.
Los datos se recogieron mediante entrevistas directas y datos administrativos entre julio y diciembre de 2019 y, básicamente, indica que la tasa de empleo en 2019 de los graduados universitarios de este curso fue del 86,1% mientras que la de titulados en másteres fue de 87,3%. Precisamente, en estos últimos, las mayores tasas de empleo fueron los relacionados con las ramas de las Ciencias de la Salud e Ingeniería.
Las Ciencias de la Salud es una de las ramas de conocimiento con mayores tasas de empleo en 2019, con un 91,5%. De hecho, según la encuesta, en el curso 2013/2014 se graduaron 35.665 personas en esta rama, de los cuales solo el 4,7% se encuentra en el paro.
Si lo desglosamos, nos encontramos con que el mayor número de graduados fue en enfermería, con 11.700 personas, cuya tasa de empleo se sitúa en 92,7%, es decir, tan solo un 3,5% de paro. Sin embargo, se trata de una tasa menor que en medicina, donde se graduaron 5.571 estudiantes con una tasa de empleo del 95%.
En esta encuesta, también se interpreta que los titulados en Ciencias de la Salud eran los que consideraban, en mayor proporción, que su puesto de trabajo era acorde con su nivel de formación universitaria (93,1%).
De hecho, en enfermería, del total de encuestados que tenían el título universitario, el 97,1% consideraban que su puesto de trabajo se ajustaba a su nivel de formación, al igual que el 1,7% de los que tenían FP de grado superior, el 0,7% de los que tenían FP de grado medio o Bachillerato y el 0,5% de los que tenían FP Básica, ESO o EGB.
En medicina, por otro lado, el 99% de los encuestados con título universitario consideraban que su nivel de formación se ajustaba con su puesto de trabajo.
A esto se suma que, en líneas generales, el 73,2% de los titulados universitarios del curso 2013/2014 que han trabajado alguna vez desde que terminaron los estudios, consideraba que su titulación le había servido para encontrar empleo. Por rama de conocimiento, la percepción más positiva era la de Ciencias de la Salud (87,1%).
Los titulados en algún máster universitario del curso 2013/2014 se encontraban, a finales de 2019, con una tasa de actividad del 94,2%. De hecho, tan solo el 5,8% de los titulados estaban en situación de inactividad, de los que casi dos de cada tres continuaban estudiando cinco años después de haber terminado los estudios.
En esta ocasión, las Ciencias de la Salud vuelve a ser una de las ramas de conocimiento que registra una mayor tasa de empleo en 2019, con un 88,4%. De hecho, las mayores tasas de empleo se dieron en los másteres relacionados con la Hostelería (97,4%), Vehículos de motor, barcos y aeronaves (96,6%) y Enfermería (96%).
Al igual que ocurrió con los graduados, los titulados en Ciencias eran los que consideraban en mayor proporción que su puesto de trabajo era acorde con su nivel de formación de doctorado o máster (50,9%). Además, por tipo de universidad, el 44,4% de los que estudiaron en una pública y el 43,5% de los que lo hicieron en una privada, veían ajustado su nivel de formación a su puesto laboral.
Además, la encuesta también indica que el 57,7% de los titulados de máster en el año 2014, que han trabajado alguna vez desde que terminaron los estudios, consideraba que le había servido para encontrar trabajo. Algo que se complementa con que el 98,5% de los titulados de máster ha tenido algún trabajo desde que finalizó los estudios: el 41,9% estaba trabajando mientras estudiaba y continuó más de seis meses en ese empleo y el 20,6% tardó menos tres meses en encontrar su primer trabajo.
Cabe destacar que el número de titulados en másteres universitarios en España del curso 2013/2014 fue de 60.047 personas, de las cuales un 12,6% correspondía a Ciencias de la Salud. Una cifra que ha aumentado con el paso del tiempo, ya que el mercado laboral es cada vez más competitivo y complejo, lo que requiere una especialización muy específica en algunas ramas de conocimiento que, en la mayoría de las ocasiones, solo se puede adquirir con la realización de un máster.