Estudiar en casa no es fácil, ya que requiere de constancia, sacrificio y, sobre todo, de planificación. Lo cierto es que la pérdida de tiempo es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los estudiantes que cursan un programa formativo a distancia.
Consejos para estudiar a distancia
De hecho, si se analizan algunos hábitos de los estudiantes, se observan casos de pérdida de tiempo muy notables, generadas por determinadas costumbres. Eso conlleva a que, cuando se acerca el tiempo límite para la finalización del programa o para los exámenes, los nervios y el agobio afloren.
Algo que también suele ocurrir cuando se compaginan los estudios con la vida personal y laboral. Es más, sentir que no tienes tiempo o que se te acumula todo el trabajo los últimos días es muy normal.
No obstante, todo ello tiene solución gracias a los calendarios de estudio, también conocidos como cronogramas. Existen diversos métodos para crear un plan de estudios y, por ello, es necesario estar bien informado sobre qué es y cómo te puede beneficiar.
Antes de contaros algunos consejos o cómo hacer un calendario de estudios, es importante saber qué es exactamente. Un cronograma se define como un horario organizado en el que se reflejan todas las horas de las que dispones para estudiar junto con la distribución del tiempo asignado a cada una de las tareas que se encuentren dentro del horario.
Por tanto, es una herramienta práctica y económica, que, entre otras cosas, puede ayudarte a controlar tu tiempo. Eso también te dará una perspectiva sobre lo que quieres lograr y el tiempo que tienes para ello.
Utilizar esta herramienta de planificación es muy útil y te ayuda a aprender a programas sesiones de estudio, sobre todo en ocasiones en las que tengas mucho trabajo o dispongas de poco tiempo para ello.
No obstante, tienes que tener en cuenta que tu éxito estará condicionado por el tiempo que le dediques a cada materia, por lo que este calendario tiene que estar muy bien definido, con las horas y lo que vas a estudiar en cada una de ellas bien diferenciado.
La anticipación y la planificación del tiempo y de tareas es una labor esencial para tener una buena productividad y conseguir unos buenos resultados en nuestros estudios. De hecho, una buena organización es uno de los factores determinantes a la hora de estudiar.
Sin embargo, no siempre es fácil planificar las sesiones de estudio o el tiempo que le vas a dedicar, y menos aun cuando tienes que compaginarlo con tu vida laboral y personal. Por eso, la elaboración de un calendario de estudios te ayuda a darte cuenta del tiempo real del que dispones para estudiar. Y eso llevará a una mejor organización y optimización de cada minuto.
Además, también te ayudará a crear una rutina de estudios que, con el paso del tiempo, formará parte de tu día a día. Lo cierto es que al principio puede parecer pesado, pero, en unos pocos días, lo habrás asimilado y se convertirá en algo que harás sin darte cuenta.
Tener un cronograma también es importante porque evitarás la sobrecarga de tareas, mejorarás la calidad de tu aprendizaje, evitarás los temidos bloqueos, reducirás la fatiga mental y los niveles de estrés, podrás disponer de tiempo para otras actividades y, una de las cosas más importantes, al ser más pausado el estudio, retendrás mejor los conceptos e ideas en la memoria.
Lo primero que tienes que hacer a la hora de hacer un calendario de estudio es hacer una lista de tus responsabilidades, es decir, clases, trabajos, tareas, deportes, ejercicios, cumpleaños, fiestas… Lo más seguro es que no pienses en todo al principio, pero no te preocupes porque podrás añadir cosas más adelante.
Una vez tienes la lista de tus responsabilidades, toca pasar a la información de las clases o temario del que dispongas.
El siguiente paso es determinar el número de horas que tendrás para estudiar durante el día o la semana. Es importante ser realista y que equilibres tu rutina e incluyas actividades de ocio y tiempo de descanso.
También tienes que considerar las horas del día que son más óptimas para estudiar, ya sea de día o de noche. Tienes que especificar el horario de inicio y del fin de tu estudio.
Ahora que ya sabes lo que tienes que estudiar, las actividades de ocio y las horas, toca pasar a la acción y dibujar la tabla. Generalmente, todo calendario se trata de un gráfico que comprende las variables “fecha” y “hora”, con los días de la semana ubicados en la parte superior y las horas en la columna del uno de los lados.
Lo cierto es que, en este apartado, es bueno utilizar las nuevas tecnologías, que nos brindan herramientas fáciles de utilizar para realizar estos calendarios. El motivo es que, si tienes que hacer cambios más adelante, es más complicado modificar la tabla si la has hecho con papel y con bolígrafo.
El calendario puede ser tanto simple como personalizado, es decir, puedes crear uno que permanezca igual todas las semanas o crear uno personalizado cada semana. De hecho, el que más se recomienda es el personalizado, ya que, así, puedes ajustarte a los diferentes compromisos y responsabilidades que tengas durante esa semana y, de esta forma, la rutina no acabará contigo.
Lo suyo es que, para crear un calendario semanal personalizado, comiences por el final. Así, empieza por incluir las tareas importantes y, a partir de ahí, ve hacia atrás. Además, tienes que dividir tu horario de acuerdo con el número de materias que tengas que estudiar y el tiempo del que dispongas para alcanzar tus objetivos.
Trabajar con diferentes asignaturas evitará que te abrumes y hará que el estudio sea mucho más dinámico.
Una opción es crear bloques de estudio que sean prolongados, como de entre 2 y 4 horas, aunque esto también depende del tiempo del que dispongas al día para ello. Eso te ayudará a adoptar el ritmo de estudio y a ser más productivo.
Otro de los aspectos más importantes es programar el tiempo para los descansos, puesto que las pausas son esenciales para que tengas éxito. Necesitas descansar con regularidad para rendir adecuadamente.
Es muy importante que te comprometas contigo mismo a seguir el calendario, aunque es posible que te lleve algo de tiempo el acostumbrarte a él. No es fácil, pero la clave es pensar en lo que supondrá que lo cumplas y consigas tus objetivos.
Además, intenta no estresarte. No sientas que tienes que seguir cada minuto exacto del calendario, solo es un sistema que te ayuda a rendir mejor, pero no tiene por qué seguirse todos los días al pie de la letra.
También tienes que revisarlo y determinar qué es lo que funciona y lo que no. Para ello, puedes llevar un diario en el que apuntes todas las incidencias que sean importantes en el cumplimiento de lo que planificas. Ten en cuenta que no es necesario estar el mismo número de horas con todas las asignaturas y tampoco es recomendable estudiar la misma materia por más de tres horas, ya que nuestro nivel de atención puede recaer.
Otra consejo es que alternes asignaturas teóricas y prácticas, porque hará que tu calendario sea mucho más a menos y evitarás el cansancio.
Por último, recuerda que es importante que no dejes para mañana el trabajo que tengas que hacer ese día, ya que eso se convertirá en una carga más para ti.